La PNL (Programación Neuro-Lingüística), conocida como el arte de la excelencia personal o la tecnología del modelaje, basa gran parte de su saber en ayudar a las personas a transitar desde un estado actual a una situación deseada por si misma.
La PNL es algo más que eso. Cuando nacemos, todos tenemos en nuestro cerebro una especie de disco duro que se encuentra vacío, en lenguaje informático, está virgen. Ya incluso desde el interior del seno materno recibimos estímulos del exterior a los que les asociamos una respuesta. Durante toda nuestra vida, estas experiencias van conformando en nuestro cerebro una especie de pequeños programas mentales que denominamos mapas.
Con Gustavo Bertolotto
Introductor de la PNL en España
La virtud de la PNL es que nos enseña a desmenuzar esos mapas mentales y a modificarlos mas o menos a nuestro antojo, con lo que se convierte en una excelente herramienta para el cambio personal.
Algunos principios sobre los que se asienta la PNL que corroboran la afirmación anterior son los siguientes:
•       En la vida no existen fracasos sino solo resultados de los que podemos aprender y construir.
•       Es útil diferenciar entre nivel de conductas y nivel de identidad de las personas.
•       Cualquier conducta o actitud tiene una intención positiva.
•       Todos tenemos los recursos que necesitamos para orientar  nuestra vida en la dirección que elijamos y así poder cambiar.
•       Lo que es posible para otra persona es posible para mí, si sé el cómo hacer.
Estos principios, sean veraces o no, lo cierto es que son tremendamente útiles y os animo a que los pongáis en práctica en vuestras vidas en el día a día.
En próximos artículos os seguiré contando cosas acerca de la PNL, pero hoy me quiero despedir de vosotros dedicando este artículo a mi compañero de curso en el PSCO del IE Juan Arevalo, Master Practitioner en PNL, que comparte conmigo la afición por esta potente herramienta.