La historia de la humanidad está llena de momentos clave en que los seres humanos, de repente, sufrimos acontecimientos inesperados que nos hacen romper con las tradiciones, con las viejas formas de pensar. A esto es a lo que se denomina un cambio de paradigma, término que acuñó por primera vez el físico Thomas Khun.
No cabe ninguna duda de que el Corona Virus denominado Covid 19 que mantiene en estos momentos al mundo entero contra las cuerdas, está provocando uno de esos momentos clave que trae consigo ciertos cambios de paradigma. Esta situación está provocando que veamos las cosas de otro modo, pensemos de otra manera y nos comportemos de forma distinta.
Animado por muchos lectores que como tú sigues este blog, lanzo el primero de los 14 artículos en que compartiré contigo 14 cambios de paradigma que he observado, coincidente con las 14 semanas de confinamiento vividas en España que comenzaron el 16 de marzo y todo apunta a que por fin terminará el 21 de Junio de este “inolvidable” 2020.
Te confieso que ya estoy cansado de leer acerca de este asunto por lo que mi intención no es tanto compartir lo vivido cuanto cerrar de una vez esta etapa y sentar las bases de un futuro esperanzador e ilusionante gracias a lo aprendido.
Primer cambio de paradigma: Cada gesto cuenta.
«Pocos de nosotros podemos hacer grandes cosas, pero todos podemos hacer cosas pequeñas con gran amor» – Madre Teresa de Calcuta –
Los primeros días del Estado de Alarma en España recibí la llamada de mi amigo Antonio preguntándome si tenía mascarillas o trajes de protección para donar al Hospital, donde no disponían de ellos. Encerrado en mi mismo, contesté espontáneamente que no tenía ni siquiera mascarillas para mi ni mi familia. Pero tras colgar me di cuenta de que mi respuesta encerraba victimismo y egoísmo y devolví la llamada a Antonio para entregar en el Hospital 100 trajes de protección. Y esta historia produjo en mi un cambio en la forma de ver las cosas, algo parecido a un cambio de paradigma.
Un antiguo proverbio chino dice que “el leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”, en lo que posteriormente definió como “efecto mariposa” el meteorólogo Americano Edward Norton.
En mi llamada a Antonio le dije: “Sé que 100 trajes no son nada para la situación que hay en el Hospital, pero es lo que tengo”. Antonio me respondió: “Si todo el mundo diese un poco de lo que tiene, los médicos estarían completamente protegidos”.
Esta enfermedad nos enseña que todos los acontecimientos están relacionados y repercuten los unos en los otros. Si yo me quedo o no en casa, si llevo o no mascarilla o si la dono, no sólo me afecta a mí, sino que sobre todo afecta a mi barrio, a mi ciudad, a mi País y al mundo en general.
Desde Galicia se donaban respiradores a Madrid, desde Murcia a Albacete, y la gente no lo entendía y lo criticaba. ¿No será que necesitábamos este cambio de paradigma?
Ojalá nunca se nos olvide que un cada uno, desde su rincón, puede procurar un mundo mejor.
Y ahora te toca pensar un poco… te invito a que te respondas:
- ¿Qué pequeño gesto aún no has entregado que podría cambiarlo todo?
Dedico este artículo a mi amigo Antonio, protagonista de esta historia que con su gesto lo cambió todo.
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